Cualquier viaje hay que planificarlo con tiempo, pero si además llevas a tu mascota (en nuestro caso, una Bretona de 1 años) mucho más. Ante todo es importante que ella tenga todas las vacunas dadas y que su veterinario haya hecho un chequeo general de su salud y que haya comido poco ya que si la llevás en auto en ayunas puede ser contraproducente.
En nuestro caso fuimos en camioneta (1452 kilómetros) a Villa Pehuenia (creada estratégicamente el 20/1/1989) y si bien es conveniente hacer el tramo en 2 días, nosotros lo hicimos en 1, haciendo varias paradas para estirar piernas y para que nuestra mascota haga sus necesidades y coma. Es la primera vez que llevamos a la mascota de veraneo y teníamos un poco de temor de que si se iba a aguantar semejante viaje. Por suerte se portó muy bien y aguantó el recorrido sin problemas.
Nuestra estadía fue de 9 días, pero con 5 es más que suficiente para recorrer todo. Nos hospedamos en el Apart Hotel Las Lagunas, que son “pet friendly”, ubicadas a 400 metros del centro comercial y completamente equipadas.
Villa Pehuenia es un rinconcito patagónico mágico, recostada sobre el lago Aluminé, en pleno bosque andino y donde hay varios atractivos para visitar y regocijar el alma.

¿Qué hacer?

Para comenzar, lo ideal es tener movilidad propia. Lo mejor es camioneta porque el tramo hasta llegar a la villa de unos 30 kilómetros es de ripio con serrucho y estando allí todas las calles también son de ripio, menos las del centro comercial. Dato importante, en los bares y restoranes te dejan entrar con mascota, pero en las mesas del exterior.
Sin duda uno de los circuitos imperdibles es “Circuito Pehuenia”, que comienza desde La Angostura (unión del lago Aluminé y Moquehue). Este recorrido es de 120 kilómetros sobre Ruta Provincial 11 de ripio, con tramos de buen estado y en otros no tanto. Durante el recorrido se puede observar el Cerro Impodi con su característico color blanquecino asomándose entre cipreses, pehuenes y ñires. Se llega al lago Ñorquincó, que está dentro del Parque Nacional Lanín y que se entra y se sale del parque sin pagar ingreso (aquí no se permiten mascotas) por lo que bajamos en el lugar de estacionamiento y nada más. Avanzamos de a uno para poder tomar unas fotos del lago. El último lago del recorrido es el Pulmari, que tiene una linda playita para tomarnos unos ricos mates. En este circuito es necesario llevar todo para pasar el día y tanque lleno de nafta.
En las cercanías de Pehuenia, a unos 23 kilómetros, se puede acceder al paso fronterizo Icalma, con el país vecino de Chile. Dato importante: en la época que fuimos (principios de marzo) el paso estaba inhabilitado, por lo que es conveniente informarse de antemano en Vialidad Nacional, gendarmería o en Informes Turísticos, ya que nosotros tuvimos que pegar la vuelta y ponerle punto final a ese recorrido.
Otro imperdible es el volcán Batea Mahuida. Es parte de la comunidad mapuche Puel y que durante el invierno manejan el parque de nieve allí mismo. Para llegar hay que recorrer unos 15 kilómetros en ascenso hasta la base del volcán donde también hay un hito divisorio de frontera con Chile. Dejar el auto en el estacionamiento y comenzar a subir caminando toma unos 25 minutos ya que es exigente (llevat buen calzado y abrigo). Una vez en la cima se puede observar la laguna que está en su cráter, de un azul intenso y se tiene una vista panorámica de los lagos Aluminé, Moquehue, las lagunas y los volcanes chilenos Villarrica y Llaima, junto al imponente Lanin.
Si aún quedan ganas de seguir viendo lagunas, no se pueden perder el recorrido de “Las 5 lagunas”, que también es territorio de la comunidad Puel, al cual para ingresar cobran un bono de $300 por persona. Aquí podrán recorrer el circuito de lagunas hermosamente azules, observar aves, pesca deportiva con mosca, y disfrutar de playitas de piedra pómez volcánico en la última laguna. Ideal para pasar un día de picnic y relax.
Los alrededores están cubiertos de flora autóctona, como radales, pehuenes y ñires que le dan un toque mágico al entorno.
Otra de las playas de acceso peatonal y vehicular es Radal Co, que se encuentra a 2 kilómetros del centro comercial sobre Ruta 13, la característica de esta playa es que según el viento te permite elegir cualquiera de los extremos de la península y como plus, es posible ver el amanecer o el atardecer.
Como verán, hemos pasado unos días felices al igual que nuestra mascota, que disfrutó tanto de los paseos como de algún chapuzón en los lagos.

Karina Nemer es guía de turismo y viajera por vocación